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Daniel Johnson: “Hay una disminución de la cantidad de delitos. Esa es la única conclusión que podemos sacar a ciencia cierta”

Desde su mirada, se están sacando ‘conclusiones erradas’ al observar la delincuencia en períodos cortos de tiempo. Repara además en la forma en que se miden los delitos denominados de mayor connotación social.

¿Qué pasa con la delincuencia en tiempos de pandemia? Es una pregunta que está en el debate público. Alcaldes dicen que en sus comunas los robos crecen y demandan mayor presencia policial. El Gobierno afirma que las cifras muestran una baja en los delitos de mayor connotación social, pero ve con preocupación el alza del robo con intimidación en el acumulado del año. Este último muestra un aumento en las últimas semanas en ciertos sectores y comunas de la Región Metropolitana.

El director ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, analiza el escenario y lo primero en que repara es en la importancia ‘de la estadística que estamos usando’.

—¿Cómo ven desde la fundación el comportamiento de los delitos?

—En Chile la cantidad de delitos es relativamente baja en relación con países vecinos, y cuando analizamos períodos de tiempo muy cortos, como contar que en uno o dos días hay un aumento del delito, eso es un error, porque con un par de delitos más pareciera que hay un aumento del doble. Estamos sacando conclusiones erradas. Al analizar todo el período de la pandemia, uno ve que hay una disminución de la cantidad de delitos. Esa es la única conclusión que podemos sacar a ciencia cierta.

—¿Cuáles son las razones detrás de esta baja?

—Varios motivos. La mayor cantidad de delitos que ocurren en Chile son contra la propiedad. Y de esos, el 85% ocurre en la vía pública, por lo tanto se necesitan condiciones para que ocurra el delito, como las víctimas, un lugar donde esconderse o poder arrancar. Esas situaciones se dan donde hay más cantidad de personas, y eso hoy no está ocurriendo.

—¿Eso hace que los delincuentes adapten sus rutinas?

—No hay estudios que demuestren que sea tan inmediata la capacidad de un delincuente de adaptarse.

—Hace pocos días el jefe del Servicio de Búsqueda de Vehículos de Carabineros afirmaba que en el delito de encerronas, por ejemplo, los delincuentes estaban cambiando sus horarios y ya no actuaban de noche, sino que a mediodía.

—Efectivamente, eso pasa. No digo que no haya un cambio en el comportamiento, sino que no tenemos exactitud en cuál es ese cambio de comportamiento, pero es efectivo que el delito se adapta a cada realidad.

Baja en las denuncias

Johnson comenta además que hay otro efecto que también produce la pandemia. ‘Las condiciones cambian y se tiene barreras más altas para denunciar. La comisaría virtual tiene muy poco uso para eso, pero esperamos que vaya en aumento. Entonces, cuando se es víctima de un robo en pandemia y las personas ven que es peligroso salir por el contagio, si antes hubieran denunciado, hoy quizá lo piensan dos veces. Puede haber una baja en las denuncias, como pasó hace un par de semanas, y cuando se liberó la cuarentena en algunas comunas empezó a aumentar de manera importante’, explica.

Por otra parte, se refiere a las condiciones que permiten que la ciudadanía esté en su casa. ‘Hay que entender que, por otro lado, en el robo en lugar no habitado, que es cuando no hay nadie en mi casa, entran a robar y me doy cuenta cuando vuelvo, lo que los delincuentes buscan es no encontrarse con nadie en las casas’, entonces, complementa, ‘tener a las personas habitando esas casas hace que el delito disminuya’.

—¿Cómo deberían reaccionar la autoridad y las policías para enfrentar el delito en este contexto?

—Monitorear los tipos de delitos que están aumentando, basados en la estadística, porque el delito se mueve de forma muy distinta, se mueve en el lugar, en el horario, en el modus operandi, en función de la víctima. Entonces, tienes todas esas condiciones en un contexto de cambio tan radical en un tiempo tan acotado, que hay que observarlas para tomar las decisiones apropiadas en materia de políticas públicas. El error es tomar decisiones sin hacer ese análisis.

—¿Qué debería esperarse del comportamiento de los delitos una vez superada la emergencia? ¿Podríamos tener una especie de boom delictual?

—Es súper importante destacar que las condiciones que llevan a una persona a cometer un delito son múltiples. A raíz de otras crisis económicas en el mundo, se ha tratado de vincular la cantidad de delitos contra la propiedad a la crisis, y no hay estudios que hayan logrado encontrar una correlación. Porque en una persona que toma la decisión de cometer un delito no es la condición preponderante que tenga la necesidad de robar para poder alimentarse, por ejemplo. En general, hay ambiciones, las carreras delictuales se inician en un contexto social y familiar, y de otras condiciones que no van a cambiar. Hay ciertos factores protectores y otros gatillantes que van a seguir operando. No hay que pensar que habrá un crecimiento exponencial de personas cometiendo delitos porque habrá una crisis económica, afortunadamente eso no ocurre así y es necesario poner paños fríos. Hay estudios que han tratado de generar este vínculo y no lo han conseguido.