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Barak Ariel, experto de Cambridge: “Chile tiene muchas posibilidades de hacer cambios positivos en su policía”

Experto en temas de policía, reformas y seguridad ciudadana, cree que es fundamental el diálogo entre manifestantes y fuerzas de orden para acabar con los enfrentamientos. Comenta, además, que está demostrado que la prevención de los delitos es más efectiva que arrestar a infractores de la ley.

La lista de títulos universitarios del doctor en criminología Barak Ariel es interminable. Su carrera empieza estudiando sicología, pero siguió con otros cinco grados obtenidos en el campo del derecho y la criminología. Integra el Instituto de Criminología de University of Cambridge y es un reconocido consultor internacional en temas de policía y de reformas policiales.

Cuando recibe la llamada desde Chile, justo en la semana en que La Moneda presentó la Unidad Coordinadora de la Reforma de Carabineros, cuenta que está al tanto de lo que está ocurriendo con la policía uniformada y el episodio que investiga la justicia para determinar responsabilidades en la caída de un joven manifestante en el puente Pío Nono el 2 de octubre pasado.

‘A mi equipo le interesa estudiar todos los casos donde hay enfrentamiento entre la policía y los ciudadanos. Hacemos varias investigaciones alrededor del mundo. Últimamente, hemos estado siguiendo lo que pasa en Chile, Uruguay y Estados Unidos’, describe.

-¿Qué piensa de lo que está pasando en Chile?

-Es una situación compleja. Vemos que está completamente estancada la relación entre los manifestantes y la policía. Parece difícil que conversen ambos sectores y en gran parte se debe a que nunca han conversado mucho.

-¿A qué se refiere cuando dice ‘conversar’?

-Lo que ocurre en Chile es muy distinto a lo que pasa acá en el Reino Unido, donde existen varios espacios de conversación para organizar las protestas y para trabajar un plan en conjunto que defina lo permitido y lo no permitido. Estos espacios de conversación reducen mucho los choques. Es cosa de tener una relación más amistosa entre policía y manifestantes.

Protestas
-¿Cuál debe ser la principal tarea de la policía al enfrentar una manifestación?

-Si la protesta es sobre el gobierno o alguna política específica o alguna injusticia, es importante que ambos lados trabajen juntos para lograr que la voz de quienes protestan sea escuchada. La tarea de la policía -en ese caso- es lograr que esas personas puedan ejercer un derecho humano y no tiene por qué haber enfrentamientos. Es muy distinto si la manifestación es contra la policía.

-¿Y qué pasa cuando esas movilizaciones son contra de la policía?

-Eso es complicado porque es inevitable que se produzca casi una guerra entre policías y manifestantes. En este caso, hay que encontrar una mediación para resolver el problema entre ellos.

-¿Existen ejemplos de este tipo de mediaciones?

-Australia tenía una larga historia de maltrato a personas de origen indígena. Una de las reformas más importantes que hizo la policía australiana fue implementar un protocolo que estableció que antes de cualquier conferencia o evento relevante de la policía, había que empezar pidiendo disculpas por lo ocurrido en el pasado. Es una manera de reconocer que se cometieron errores y que es posible iniciar una nueva relación.

-La policía tiene el monopolio del uso de la fuerza y cuando ocurre un caso en que alguien resulta violentado, se afecta la legitimidad de su trabajo. ¿Cómo se reestablece la confianza en la policía?

-Es muy difícil. Es más factible que la gente perdone esa situación si ha existido una buena relación anterior con la policía. Pero si hubo numerosos incidentes, va a ser difícil recobrar la confianza, hay desconfianza mutua. La única solución en estos casos es sentarse a conversar y restaurar la justicia para quienes han sido vulnerados en sus derechos. Lo importante es salir de la crisis y avanzar porque no puede permanecer el choque entre manifestantes y policías. La solución es sentar a las partes a conversar porque llevar la disputa a los tribunales puede demorar una década en tener resultados.

-¿Cuál es el primer paso para hacer estos cambios?

-Lo primero es sentarse y tener una conversación franca.

-¿Quiénes?

-Los manifestantes y la policía. Esa es la única manera de lograr que finalice el enfrentamiento. Puede que esa conversación no sea la solución para todos los problemas, pero definitivamente va en la dirección correcta. Hay otros instrumentos para controlar movilizaciones que se han usado en otros países.

-¿Por ejemplo?

-Está el kettling (palabra anglosajona que viene de kettle o calentador de agua, que produce presión de vapor). Es una manera de contener a los manifestantes e implica mantenerlos en áreas específicas y cuando aumenta la presión, abrir ciertos espacios e ir manejando la multitud para evitar choques con la policía. Esto puede disminuir bastante la agresión de los manifestantes.

-¿Eso lo hacen con barreras?

-Puedes utilizar barreras, pero generalmente se hace con policías rodeando la manifestación y van moviendo a la muchedumbre de una manera favorable para todos. Pero este es solo un ejemplo, hay muchísimos otros instrumentos para mejorar el manejo de las movilizaciones.

Tarea clave
-¿Cuál es la principal tarea que debe cumplir una fuerza policial?

-En el Reino Unido y los Estados Unidos la policía tiene dos tareas fundamentales: prevenir a las víctimas y los crímenes y, el otro, detener a los infractores de la ley. La prevención debe ser la prioridad número uno porque es mucho mejor prevenir un crimen que llevar a una persona a la justicia.

-¿No implica más trabajo y dinero la prevención?

-Nuestras investigaciones muestran que la policía puede ser muy efectiva previniendo crímenes, mucho más que tratando de llevar gente ante la justicia.

-¿En qué evidencia se apoyan para afirmar eso?

-Mi colega en la University of Cambridge Per-Olof Wikström realizó una investigación que demostró esto.

-¿Wikström logró demostrar que era difícil llevar infractores a la justicia?

-En su investigación le pidió a una serie de jóvenes que tuvieran un diario de vida con todas las cosas que hicieran en el día. Ellos anotaban todo: ‘Me levanté en la mañana, me lavé los dientes, fui al colegio, comí chocolate, tomé drogas’. Luego analizó los diarios de cerca de 500 jóvenes y pudo identificar 126 delitos en que estuvieron involucrados. De esos 126 delitos, solo hubo uno en que la policía logró detener al infractor. La posibilidad de ser atrapado por la policía es muy baja.

-¿Es ese un problema generalizado en todas partes?

-Es cosa de pensar en la cantidad de pequeños delitos que uno ha cometido, como andar a exceso de velocidad o estar borracho, y que nunca fuimos fiscalizados o detenidos. No es serio decir que la principal tarea de la policía es arrestar infractores de la ley, cuando cerca del 90% de los robos no son aclarados.

-¿Es mucho más eficiente que la policía se concentre en la prevención?

-La prevención es más efectiva si quieres disminuir el número de víctimas. Eso está demostrado, por ejemplo, en casos de violencia intrafamiliar, donde la policía se mantiene llamando a las víctimas para saber cómo están y eso disminuye la posibilidad de un nuevo episodio de violencia.

Reformas
-Usted ha hecho mucha investigación sobre el importante efecto que tiene el uso de cámaras por parte de los policías, que registran todo lo que hacen durante su jornada de trabajo. ¿Cuál fue el resultado de esta investigación?

-La tecnología ha demostrado ser clave para lograr el correcto desempeño policial. Las cámaras son uno de los más efectivos instrumentos para mejorar la interacción de los policías con la gente. El uso de cámaras redujo entre 80% y 90% las denuncias de abuso policial y también redujo las falsas denuncias contra los policías porque ahora existe registro de lo que verdaderamente ocurrió.

-¿Qué casos exitosos hay de reforma de las policías nacionales?

-Existen muchos casos exitosos y numerosa bibliografía y estudios respecto a dos casos emblemáticos: la policía de Nueva York y la de Londres. Hubo momentos en los años 50 en que estas policías fueron conocidas como las más corruptas a nivel mundial y por estar envueltas en crímenes y desaparición de personas.

-¿Cómo lograron el cambio?

-El profesor Lawrence W. Sherman decía que había dos posibilidades para hacer una reforma mayor a la policía: una externa y otra interna. La interna puede ser renovar toda la jefatura y la externa, establecer instituciones independientes que investiguen denuncias o casos de corrupción y tengan la capacidad de sacar policías involucrados en esos casos.

-¿Qué ejemplo exitoso hay de instituciones externas?

-Reino Unido es un caso de éxito con Her Majesty’s Inspectorate of Constabulary (HMIC), que es independiente del gobierno y de las policías y que resuelve denuncias y promueve la eficiencia y efectividad de las fuerzas policiales. Chile tiene muchas posibilidades de hacer cambios positivos en su policía, no sé si necesita grandes cambios, pero es indudable que Chile tiene más posibilidades que otros países que conozco de hacer cambios en su policía.