Enusc: plantean cambios a la metodología de medición
Los expertos consultados sobre los resultados de la Enusc coinciden en que la crisis social influyó en la victimización y que no se pueden analizar las cifras sin ver el contexto en que se recolectaron los datos.
Para la experta en seguridad pública y académica de la Universidad de Santiago, Lucía Dammert, primero que todo, ‘es una buena noticia que la victimización esté bajando, considerando además que se toma entre octubre y diciembre, un período convulso en Chile, donde se dijo que la violencia estaba por los cielos’, aunque, a su juicio, ‘es un dato insuficiente’.
Respecto de la sensación de que la delincuencia está aumentando, cree que ‘el estallido tiene un impacto en la percepción de la gente que dice que cree que el delito ha subido. Es interesante, porque el delito baja, sin embargo, la gente cree que ha subido, y ahí hay que preguntarse qué rol tienen las coberturas de medios o las declaraciones oficiales, en ese contexto, que podrían contribuir a esa sensación de que los delitos o la violencia han aumentado’.
El congresista e integrante de la comisión de Seguridad del Senado, Felipe Harboe (PPD), asegura que si bien ‘hay delitos que bajan y eso es positivo, preocupa que ocho de cada 10 personas sienten que la delincuencia aumentó. Y casi cuatro de cada 10 cree que serán víctimas antes de un año’. Y respecto de las medidas anunciadas por el Presidente —la inversión en tecnología, como cámaras corporales o pórticos con lectura de patente—, agrega que ‘preocupa que se gasten $13 mil millones en cámaras de vigilancia, cuando el primer problema es que la gente sabe quiénes son los delincuentes, pero o no los persiguen o los dejan en libertad al día siguiente’.
Su par y presidente de la comisión de Seguridad del Senado, Felipe Kast (Evópoli), complementa que ‘el porcentaje de víctimas sigue siendo extremadamente alto. Nos queda mucho trabajo por delante, pues los narcos, los violentistas en La Araucanía y el crimen organizado siguen operando con un nivel de impunidad inaceptable, y extremadamente peligroso para nuestra democracia’. En ese sentido, valora que se haya aplicado la medición el año pasado, pese a las condiciones del contexto social. ‘Claramente, las cifras están influidas por ese contexto, pero siempre hay un contexto que influye en ellas. Nos pasó lo mismo después del 27-F’, concluye Kast.
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‘No es un período normal’
El director de Paz Ciudadana, Daniel Johnson, también releva la importancia de que la medición se haya realizado. ‘Si bien uno podría pensar que no era un momento propicio para hacerla, en realidad es al revés, lo que no tenemos que perder es la tradición, probablemente habrá datos diferentes que no serán comparables con otros años, pero que son muy valiosos para comprender cómo afectó ese mismo contexto social’.
Para Johnson, el análisis debe ser atendiendo el contexto, ‘porque no es un período normal’.
Reflexiona sobre los factores que pueden incidir, por ejemplo, en una mayor sensación de temor. ‘Cuando tú estás viendo en las noticias con más frecuencia situaciones que conllevan delitos, como barricadas, saqueos o quemas de algunos edificios, evidentemente tú sientes que la situación es que la delincuencia ha aumentado. Una conjetura válida podría ser que aumentó la sensación de que el delito había aumentado por lo que estamos mirando en la televisión’, dice.
Para Johnson, no solo es en la sensación de temor, los efectos de la crisis social también se pueden apreciar en la victimización: ‘La disminución de delitos puede estar condicionada por lo que pasó en el último trimestre, eso es importante tenerlo claro’.
Por su parte, el diputado y presidente de la comisión de Seguridad de la Cámara, Miguel Ángel Calisto (DC), al igual que la totalidad de los consultados, coincide en la incidencia del contexto en las cifras: ‘Por supuesto eso hace variar el análisis. Sin duda se ve una tendencia a la baja y eso, pese a cualquier contexto, es positivo. Pero también hay que observar el 82% que cree que la delincuencia está aumentando. Datos similares a los reportados por los municipios o la Fiscalía Nacional. Por lo tanto, eso es preocupante, porque además hay un aumento en la violencia con que se cometen los delitos, a través del uso de armas de fuego. Tenemos que poner más atención al nivel de violencia, por sobre la cantidad de delitos’.
Su par, también integrante de dicha comisión, Gonzalo Fuenzalida (RN), añade que, ‘obviamente, frente a los hechos que ocurren a partir del 18 de octubre, la sensación de violencia y de inseguridad creció, y se refleja en la encuesta en un 82%’. Mientras que el aumento leve en la denuncia ‘se puede entender por lo que pasa a fin de año, por lo cual cuando analizamos la denuncia tenemos que ver el contexto, que no fue normal, y podría haber incidencia en las sensaciones de inseguridad y las motivaciones para denunciar un delito’.
Cambios metodológicos
Tanto Dammert como Johnson coinciden en que la Enusc es la medición de seguridad ciudadana más importante que se realiza en el país, pero que requiere ajustes y un cambio en su aplicación.
La académica propone realizarla cada dos años. Comenta que ‘se requiere un instrumento que muestre cambios más significativos en un período de tiempo más amplio, intercalándola con encuestas locales con representatividad comunal, que nos permitan afinar más las políticas’. Y asegura que ‘si se mira hoy la encuesta, llegas a la conclusión de que el delito más importante en Chile es el hurto, pero si lo conversas con diez alcaldes de la zona sur de la RM, te van a decir que eso no es así. Y los datos policiales te dicen que eso no es así. Incluso, a nivel regional, creo que la foto del promedio ya no ayuda’.
La experta concluye asegurando que la encuesta ‘ya no es apropiada por eso, porque no puedes hacer un desglose comunal, el nivel de error estadístico sube mucho, porque son grupos muy pequeños de población, y si no tienes esos datos la foto es muy incompleta’.
El director de Paz Ciudadana, en tanto, propone cambios. ‘La encuesta hay que analizarla en un período de tiempo más largo, si uno analiza solo año con año, se pueden cometer errores’. Destaca que ‘es necesario mejorar la calidad del dato. Hoy, el estudio solo tiene representatividad regional, lo que es muy bajo. Que en la RM el total suba o baje, no nos dice mucho si no sabemos qué tipo de delitos y en qué territorios. Necesitamos ser más específicos en los datos y mejorar la capacidad de análisis’.
Cambios en la agrupación de los delitos
También Johnson se refiere a la medición respecto de los delitos que involucra y su agrupación. Los denominados delitos de mayor connotación social. ‘Esta encuesta es agregada, donde se agrupan y se mezclan delitos como hurto, con robo con violencia o intimidación, o en la vivienda o por sorpresa o lesiones. Y si se compara, por ejemplo, un hurto con un robo con violencia, el nivel de daño que genera ese delito es muy distinto. Si se analiza solo cantidad de delitos, pero no el daño, pueden estar disminuyendo solo hurtos, pero podrían estar aumentando los robos con violencia, entonces el daño podría ser mucho mayor, ahí es necesario ponderar los delitos por el daño que estos conllevan’.